El último año la compraventa de viviendas se ha disparado un 38,1%, hasta alcanzar un total de 676.775 operaciones. La rápida recuperación del sector ha situado a España en unas cifras de compraventas nunca vistas desde el año 2008, cuando estalló la burbuja del ladrillo en plena crisis financiera internacional. Entonces, se llegaron a formalizar 853.568 operaciones en el mercado inmobiliario. Una cifra récord que cada vez está más cerca.
El incremento de la demanda ha venido también acompañado de un ligero incremento de los precios de los inmuebles. El coste medio del metro cuadrado en el último año ha sido de 1.507 euros, lo que supone un 5,3% más que en el ejercicio anterior, marcado por los estragos de la pandemia que hundieron el consumo en todos los sectores.
El incremento de las operaciones se ha sentido en todas las categorías. Los notarios han cuantificado la venta de 507.209 pisos, lo que supone un incremento interanual del 38,2%. Mientras que se han colocado en el mercado 169.566 viviendas unifamiliares. Es decir un 37,8% por encima del 2020.
Ambas categorías han crecido a la par, aunque los precios no son los mismos. Los pisos se han encarecido apenas un 3,6% en el último año hasta llegar a los 1.701 euros por metro cuadrado, pero el coste de los adosados se ha elevado un 10,2% (1.195 euros), después de que la crisis del coronavirus haya impulsado la apuesta por casas alejadas de los núcleos urbanos.
Paralelamente, la mejoría del sector se ha trasladado también hasta la actividad bancaria. La concesión de préstamos hipotecarios para hacer frente a estos desembolsos ha protagonizado un fuerte repunte del 35,7%, en la misma línea que las compraventas. El importe medio ha sido de 147.654 euros, según los datos difundidos por el Colegio General del Notariado.